Mindfulness. Conciencia plena del aquí y ahora.

Nuestos compañeros del equipo de psicologos de EAP, nos ofrecen esta semana un interesante artículo dirigido a la habilidad de mantener la atención y la concentración en el momento, una de las cuestiones mas importantes para conseguir mejorar la eficiencia y la productividad en los equipos de trabajo.

Os dejamos con este interesante artículo que esperamos que disfrutéis.

Thomas Edison, famoso inventor, tenía tal capacidad de concentración, que no escuchaba ni se enteraba de casi nada que no fuera la tarea emprendida. Quizá esa fue una de las claves de su éxito. Albert Einstein, uno de los más grandes científicos de la historia, tenía una gran capacidad de visualización, una potente imaginación visual y una gran creatividad. Decía visualizar mentalmente los problemas más difíciles. Ello le permitió encontrar soluciones geniales y revolucionar los parámetros científicos de su época. ¿Estas capacidades hubieran sido posibles hoy en día si ambos vivieran en la época digital?

Email, wasap, llamadas de teléfono, noticias, internet, el bombardeo de distracciones es incesante. El siglo digital que vino para traernos infinitud de ventajas nos ha traído también la sobrestimulación, creando un efecto de overbooking para nuestra capacidad de atención.

Estamos acostumbrados a la distracción y a la atención parcial. Según estadísticas, no conseguimos pasar más de 11 minutos concentrados en una actividad antes de que algo o alguien nos interrumpa. Tras cada desconcentración perdemos entre diez y veinte minutos en reemprender la actividad al 100%. Al final del día acabamos estresados, sentimos ansiedad, sensación de agobio, de llegar tarde a todo y de no tener tiempo para nada.

El mindfulness puede entenderse como atención y conciencia plena, como presencia atenta y reflexiva a lo que sucede en el momento actual. Pretende que la persona se centre en el momento presente de forma activa.

Se entrena en una práctica llamada meditación, que surge del Budismo hace más de 2.500 años. Aquí en Occidente, hace treinta años, solo unos pocos conocían esta disciplina, asociada normalmente a la práctica espiritual. Hoy en día, la ciencia ha demostrado sus múltiples beneficios en la salud para hacer frente al estrés y al dolor crónico, también en la educación y en el mundo empresarial, comenzando a imponerse como parte del programa para mejorar el rendimiento y la productividad, ya que en la mayoría de los casos la distancia que separa el éxito del fracaso no reside sólo en el talento natural, sino en la capacidad de concentrarnos,  permitiendo memorizar mejor los conceptos, relacionarlos, asimilarlos e incorporarlos en nuestras estructuras de pensamiento. Nuestro cerebro no es multitarea. Para conseguir un resultado satisfactorio debemos concentrarnos en la actividad concreta que estamos desarrollando.

Este estado de atención plena es el estado ideal para apartar las distracciones y concentrarnos en nuestras metas, además nos ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, a ser más creativos, a valorar las situaciones con mayor claridad, a regularnos emocionalmente y a disfrutar más del trabajo.

Ya son muchas las empresas que conocen la importancia de invertir en reducir el estrés y crear un buen clima laboral en el que los empleados se sientan cómodos, valorados y satisfechos. Los trabajadores satisfechos están más motivados, más comprometidos y pueden llegar a ser hasta un 12% más productivos, además de ser uno de los factores clave para la captación y retención de un talento llamado a marcar la diferencia.

Una de las que ya lo hace desde hace años es Google, que invirtiendo en políticas de bienestar para sus trabajadores ha conseguido aumentar su nivel de satisfacción un 37%.

Otra empresa que apuesta por la satisfacción laboral de su plantilla es la cervecera Heineken, que imparte cursos de Mindfulness a sus empleados. Casi dos años después, cerca del 95% de los asistentes a los cursos admitieron una mejora notable de su flexibilidad mental, su capacidad de adaptación a los cambios, su vida personal, familiar y extra laboral y una mayor satisfacción en su lugar de trabajo.

La atención es un músculo que puede entrenarse. Cuando se usa, se fortalece y cuando no, se atrofia. Los resultados son progresivos, alcanzando cada vez mayores grados de atención.  Entrenar unos minutos al día nos ayudara a expandir los límites de nuestra atención, minimizar los efectos de las distracciones, propias y ajenas, y disfrutar del momento.

El mindfulness, nos ayuda a todo ello, lo que lo convierte en una potente herramienta que las empresas que quieran mejorar sus resultados pueden incorporar como un agradable hábito entre sus empleados, gerentes y ejecutivos.

Aquí os dejamos unos consejos para mejorar la satisfacción en el trabajo:

  1. ​Dedica unos minutos de reflexión al dia en los que no pienses en trabajo, una técnica capaz de aportar grandes dosis de energía mental para el resto del día.
  2. Sonríe con frecuencia.
  3. Celebra el trabajo bien hecho
  4. Valora positivamente cada aprendizaje.
  5. Mantén la mente abierta ante las ideas novedosas, recuerda que Einstein fue tomado por loco cuando presento sus ideas sobre la relatividad.
  6. Da siempre las gracias y trata de hacer felices a los que te rodean, en especial a aquellos compañeros que hacen las tareas más ingratas, una sonrisa no cuesta nada.

 

Autores: Laura Romero Arnedo y Javier Ferrando Esteve.

Psicólogos del equipo EAP. www.espacioap.com

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