¿Es tu empresa sana, o tóxica?

Ayer vino a verme una compañera con la que he compartido trabajo y que recientemente se ha incorporado a una compañía del sector, si bien es cierto que nos seguimos por las redes y estamos actualizadas respectivamente de nuestras andanzas, aprovechamos para ponernos al día; A lo largo de la conversación, me relataba que habían situaciones que le parecían extrañas en el ambiente de su actual empresa y estuvimos valorando las posibilidades y como había llegado a estas conclusiones, si bien es cierto que no se podía considerar que estuviera en un entorno tóxico, la conversación me dejó todo el día pensando cómo en solamente seis meses la actitud de uno de los colaboradores y la falta de actuación de un líder puede encaminar a un equipo a que este se vea afectado por casi todas las características que determinarían a una organización como tóxica.

Sobre organizaciones tóxicas ya escribí hace unos años, os voy a recomendar el artículo anterior que podéis encontrar en el siguiente enlace https://www.luciabarrachina.com/organizaciones-saludables-vs-organizaciones-toxicas/  y aprovecho para resaltar como en el artículo que para poder identificar cómo son las organizaciones tóxicas nos centraremos en el trabajo de Peter J Frost, autor del Manual “Emociones Toxicas en el Trabajo” en el que el autor se refiere a un medio de trabajo tóxico como aquel en el que las prácticas de la organización y las actitudes y acciones del equipo directivo son emocionalmente insensibles.

Las características fundamentales que nos señala Frost son:
  1. Fallos en la comunicación que se describe como pobre u obstaculizada y que afectará a los trabajadores tanto a nivel individual como grupal y organizacional.
  2. Relaciones interpersonales frías o conflictivas.
  3. Fallos en el diseño de puestos de trabajo, conflicto y ambigüedad en los roles.
  4. Falta de información, ausencia de feedback o información sobre el propio rendimiento o inadecuación del mismo.
  5. Falta de identificación con la organización.

Puede añadirse una característica que no se recoge en la clasificación de Frost que es el elevado grado de estrés al que están sometidos los trabajadores.

Como las cosas no pasan por casualidad, a principios de semana pude constatar como un gran profesional se estaba viendo desbordado por las situaciones que había estado viviendo, desde su punto de vista podríamos decir “sufriendo” en los dos últimos años y cada vez estoy convencida de que el entorno de trabajo condiciona inevitablemente los resultados en términos de éxito y productividad.

Y me pregunto ¿Para qué invertimos en atraer a los mejores, seleccionamos perfiles adecuados, diseñamos políticas de remuneración e incentivos para que se queden con nosotros si después no les damos los recursos y posibilidades para que puedan desarrollar su talento?

Si de repente te descubres a ti mismo pensando que en tu organización no hay una visión de equipo con unos valores definidos y compartidos por toda la empresa, si te das cuenta de que tanto tu como tu entorno vive día a día sobre la “urgencia” sin objetivos claros ni priorización, si te vas dando cuenta de que cada departamento o cada área funciona como su propio reino de “taifas” valorando más la competitividad que la cooperación, si se producen comentarios y chascarrillos a los que se les da más credibilidad que al mensaje que transmiten los propios responsables, si las actuaciones de las personas y sobretodo de los responsables están centradas en protegerse y no se basan en principios éticos, si las personas tienden a buscar el error y los culpables para no asumir responsabilidades, si además vas descubriendo que cada vez son más los compañeros que van abandonando el barco y huyen de la empresa (esto es especialmente triste porque los que se van generalmente son los mejores),  y te vas encontrando cada día más solo remando hacia no sabes dónde… es muy probable que te encuentres en una organización tóxica, estoy de acuerdo contigo en que viéndolo así es muy probable que no te apetezca nada cada día invertir tu esfuerzo, tu energía y tu talento en esta “empresa”.

Se me queda en el tintero un apunte más,  que espero que toméis con la ironía con la que yo me lo planteo y es que quizá a partir de ahora comience a ofrecer servicios de investigador de entorno laboral para persona que están planteándose cambiar de organización, si te están ofreciendo un cambio profesional, no te centres únicamente en el prestigio, la mejora salarial y las condiciones de trabajo, investiga un poco más no vaya a ser que te encuentres con un empresa tóxica. Te lo he avisado…

Lucía Barrachina (Experta en Gestión de Equipos y Talento)

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